No dejes los veros tirados
que el café pelea a la crema
tu mano
congela en el azúcar
lo gatuno en tu mirada.
Enciendes el cigarrillo
mientras apuntas
lo que digo
sin departir
el humo
se aferra en mi garganta
y no deja merodear
I
Guardas los versos
bajo el mantel
derramas pecado
en la sal
de cualquier mandamiento
aumenta la infusión oscura
el antojo por tus labios
a ratos
vigilo tu pensamiento
fantasía
termina con “disculpe”.
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