III
Llega la tarde
entre tus pechos
oscilan ollas y sartenes
y ayunos
de carne
carbonizada en la hornilla
aceitada con almizcle
susurros
de labios dilatados
mangar devorado
en ansias de comer
versos condimentados
menta
cebolla
ajo
pezones en hierba santa
imágenes deglutidas
maltratan mi criterio
y en hojas nuevas de laurel
la noche llega aquiescente
ensimismada
alejada de ti
apropiándose de mí.
IV
No me fije en los versos
que dejaron tus pasos
luna menguada
tu media sonrisa
mi cielo nublado
la pluma aún divaga
en mi
cerebro
grita la
poesía
tu
espalda
afilada en el silencio
desgarra mis labios
llena con gotas silábicas
el blanco plato de la cena.
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